domingo, 17 de octubre de 2010

bombillas de bajo consumo


Bombillas de bajo consumo

 

 Las lámparas fluorescentes compactas, también llamadas bombillas de bajo consumo”, funcionan de forma similar a las lámparas fluorescentes de tubo pero están diseñadas para ocupar el lugar donde tradicionalmente se han utilizado las bombillas incandescentes de toda la vida.
En algunos lugares como Australia se está planeando reemplazarlas obligatoriamente por lámparas fluorescentes compactas con efecto de moderar la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero (CO2 principalmente) y reducir así el calentamiento global y en consecuencia el cambio climático.


Algunas ventajas de las lámparas de bajo consumo sobre las bombillas incandescentes o porqué deberías utilizarlas en tu casa:
  • Son frías. En cambio prácticamente la mitad de la energía que consume una bombilla incandescente se transforma en calor y no en luz.
  • Utilizan entre un 50 y un 80% menos de energía que una bombilla normal incandescente para producir la misma cantidad de luz. Una lámpara de bajo consumo de 22 vatios equivale a una bombilla incandescente que consume 100 vatios.
  • Una bombilla de bajo consumo supone un ahorro de energía muy grande a lo largo de toda la vida de la bombilla, lo que económicamente (precio medio en España) supone a ahorrarse 62 euros en ese período de tiempo. También significa reducir en más de media tonelada el CO2 arrojado a la atmósfera.
  • Las bombillas de bajo consumo duran hasta 10 veces más y solo cuestan siete veces más que una bombilla corriente.
  • Si cambias cinco bombillas incandescentes (de las “normales”) por cinco bombillas de bajo consumo equivalentes (28 vatios) puedes ahorrarte unos 60 euros al año en electricidad. Y lo que es más importante, reducirás la emisión de gases del efecto invernadero en 340 Kg.
Recientemente se ha abierto el debate sobre las implicaciones que las bombillas de bajo consumo que puede tener para la salud, debido principalmente al contenido de mercurio.
El problema es el mercurio que tienen, que aunque es muy poco (3 miligramos), es un metal muy toxico. Este es un problema de este tipo de bombillas y de los fluorescentes en general, por lo que es importante saber manejarlas y sobre todo, desecharlas adecuadamente sin romper el cristal. 

Las bombillas de bajo consumo no deben tirarse a la basura convencional. Por la sencilla razón de que contienen mercurio, que es absolutamente inocuo es decir que no hace daño, mientras la bombilla está intacta. Sin embargo, si las desechas en los contenedores de residuos sólidos, corren el riesgo de romperse y liberar ese mercurio, que acabará contaminando el agua o el aire.

Por ello, debes llevar este tipo de bombillas a los puntos limpios de recogida de aparatos eléctricos tu municipio, o a los contenedores específicos de recogida instalados frecuentemente en los hipermercados.

En caso de rotura de esas bombillas se recomienda alejarse en el momento de la rotura para no respirar el vapor, ventilar la vivienda muy bien y, posteriormente, recogerla y desecharla en el punto limpio o en el contenedor específico. 

 







María Ortega Moreno. 3º C

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